martes, 19 de enero de 2021

Promesas de vida en el Salmo I

 Salmo 1 

Este Salmo nos califica como dichosos si no nos dejamos guiar por el consejo de los malos (incluyendo pecadores y escarnecedores); por el contrario, nos llama a amar la ley de Dios (Jehová) y meditar en ella todo el tiempo. Si así lo hacemos, nos compara como un árbol plantado junto a una corriente de agua, que da frutos y sus hoja no cae y todo lo que hace prosperará. 

A los malos, se les compara como el tamo que arrebata el viento y no podrán levantarse en el juicio, así como los pecadores en la congregación de los justos, porque Jehová conoce el camino de los justos; mas la senda de los malos perecerá.

Cada promesa de Dios trae consigo compromisos y bendiciones para los creyentes que obedecen su Palabra. Esta vez amar su ley y meditar en ella se convierte en el llamado; el dar frutos y prosperar viene a ser esas bendiciones que el Señor te da. Busca pues, estar en el camino de los justos para que Dios te haga prosperar en lo que hagas. ¡Ah! No te olvides que en todo esto busca traerle gloria y honra a él, reconocer lo que su amor y bondad hace por ti y por mí, ya que sus misericordias son nuevas cada mañana.

Dios te bendiga con su amor, perdón, gracia, protección y paz en todas tus necesidades y de acuerdo a su propósito en tu vida.