jueves, 28 de junio de 2012

Invocar el nombre del Señor

Hechos 2:21 nos dice que "Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo".
No significa esto que lo vamos a tomar en vano, pero sí lo vamos a tener en nuestra mente y en nuestro corazón para acudir a él cada vez que lo necesitemos, mas si estamos en situaciones de riesgo.
Invocar el nombre del Señor nos trae la salvación, porque él es bondadoso y misericordioso, abundante en amor para perdonar, para acudir en nuestro pronto auxilio.
Invoca, glorifica, alaba... el nombre del Señor, te fe en él, confía en él y el Señor sabrá recompensar tu fe y proveer para cada una de tus necesidades.

miércoles, 27 de junio de 2012

Jesús es el único que puede salvar


Hechos 4:12 nos dice que Jesús es el único que puede salvarnos y, por ende, darnos la vida eterna. 
Pon toda tu confianza en Jesús, ten fe en él, pídele que te perdone, que entre a tu vida, que te transforme para bien. Preséntale todas tus necesidades y el Señor proveerá.
La Biblia lo dice "Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos". Hechos 4:12.

Los Nombres de Jesús

Los Hechos de los Apóstoles es un libro del Nuevo Testamento escrito por el Doctor Lucas y que se considera una continuación de su evangelio. El libro de los Hechos nos presenta la historia del Cristianismo luego de la ascensión de nuestro Señor Jesucristo.
Este libro le da a Jesús múltiples calificativos, tales como: Santo, Justo, Autor de la vida, su Hijo, el Cristo, Santo Hijo de Jesús, Señor Jesús, Príncipe y Salvador, la piedra reprobada que vino a ser la cabeza del ángulo, Jesucristo de Nazaret o simplemente Jesús.
Todos estos calificativos le dan a Jesús un nivel de Hijo de Dios con santidad y justicia, con el don de salvar.  Así que estamos llamados a considerar a Jesús como el único capaz de conectarnos con el Padre, de ahí que siempre que oremos, lo hagamos en el nombre de Jesús, ya que en su inmenso amor puede perdonarnos de pecado y darnos la vida eterna.
Amén.

domingo, 15 de abril de 2012

Dios, alegría de las mañanas


El Señor es justo, el Dios de nuestra salvación, nuestra esperanza, nuestra firmeza, nuestro sosiego, nuestra alegría cada mañana, cada tarde. Así lo dice el Salmo 65: 5-8
 5 Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia, 
    Oh Dios de nuestra salvación, 
    Esperanza de todos los términos de la tierra, 
    Y de los más remotos confines del mar.
    
 
6 Tú, el que afirma los montes con su poder, 
    Ceñido de valentía;
    
 
7 El que sosiega el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas, 
    Y el alboroto de las naciones.
    
 
8 Por tanto, los habitantes de los fines de la tierra temen de tus maravillas. 
    Tú haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde.
    

jueves, 29 de marzo de 2012

Dios es mi único refugio Salmo 62


De Dios viene mi salvación, mi esperanza, mi roca, mi refugio... es grandioso poder decir todas estas cualidades de mi Dios en quien confío. Un Dios que tiene el poder y la misericordia para protegernos bajo sus alas, bajo su manto santo... un verdadero Dios de amor.
Por eso es que pongo mi alma en sus manos, para que repose tranquilamente y no se afane por nada en la vida. Bendito sea el nombre de Dios.
Estoy decidido a esperar la misericordia de Dios, no importa que tan difícil sea mi situación, porque en él confío. Él es mi luz, mi salvación.
El Salmo 62 nos habla de ese Dios poderoso y misericordioso. Dice así: " En Dios solamente está acallada mi alma; De él viene mi salvación.Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza. El solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré. En Dios está mi salvación y mi gloria; En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio. Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio. Selah Una vez habló Dios; Dos veces he oído esto: Que de Dios es el poder,
Y tuya, oh Señor, es la misericordia; Porque tú pagas a cada uno conforme a su obra".
   

domingo, 25 de marzo de 2012

La parábola de las diez minas

Lucas 19:11-27 presenta la parábola que Jesús cuenta sobre las diez minas. En ella el maestro refiere que un hombre noble fue a un país lejano para recibir un reino y volver y llamando a diez siervos suyos les dio diez minas para que las negociaran mientras él volviera.

La palabra mina se refiere a una moneda antigua. Esta parábola nos recuerda que el Señor nos dota de talentos para servirle en la multiplicación de su palabra. Es nuestra responsabilidad recibirlos con actitud agradecida y aprovecharlos para llevarle a otros el mensaje de amor y esperanza que representa el reino de Dios.


Sigue la parábola diciendo que sus conciudadanos le aborrecían y no querían que él reinara sobre ellos. Lo que indica que mucha gente cuando le presentan la palabra de Dios, la rechazan, la ignoran, no le hacen caso y se excusan de mil manera para no aceptar a Jesucristo como su único salvador personal o se excusan en su edad para no comprometerse con el reino.

Dice la parábola que el hombre volvió, llamó a sus siervos y les pidió cuenta de su dinero. También el Señor nos pedirá cuentas de lo que hemos recibido de él para ver el uso que le hemos dado.

El primero había ganado diez minas y fue encomendado para diez ciudades; el segundo cinco minas, cinco ciudades; pero vino otro que había guardado su mina en un pañuelo porque tuvo miedo de la severidad de su señor y lo acusó de tomar lo que no puso, y que segar lo que no sembró. Este hecho molestó bastante a su amo y ordenó que le quitaran la mina y se la entregaran al que tenía diez. Esta parte de la parábola nos llama a no desperdiciar lo que el Señor nos da como gracia. ¿De qué vale recibir un hermoso galardón y guardarlo? Claro que no. Hay que hacerlo funcionar para el bien de la humanidad, siendo instrumentos de servicio del Dios vivo y misericordioso.

Pídele al Señor que te permita usar los dones que él te ha dado para servir a otros, para predicar su palabra, para animar, bendecir, alabar, glorificar, hacer el bien, dar una mano amiga a quien te necesite. No sea que el Señor venga y te pida cuenta de qué hiciste a favor de su reino con el talento que te ha dado. Dios te bendiga, ahora y siempre. Amén.
   

domingo, 18 de marzo de 2012

Eres mi refugio


El Salmo 61 nos dice que Dios ha sido nuestro refugio, una torre fuerte, unas alas para cubrirnos y darnos seguridad.
Jehová está ahí para escuchar nuestras oraciones y darle respuestas adecuadas, más cuando estamos en situaciones difíciles.
Pero nos llama a asumir un compromiso de cantar su santo nombre y pagar nuestros votos.
Refugiémonos en Jehová, nuestro padre celestial, confiemos en Él que es rico en bondad y misericordia. Él nos oye, nos ama y provee para cada una de nuestras necesidades y a través de Cristo Jesús nos da vida y vida en abundancia.

El Salmo 61 dice así "Oye, oh Dios, mi clamor; A mi oración atiende. Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare. Llévame a la roca que es más alta que yo, Porque tú has sido mi refugio, Y torre fuerte delante del enemigo. Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas. Selah... Porque tú, oh Dios, has oído mis votos; Me has dado la heredad de los que temen tu nombre... Estará para siempre delante de Dios; Prepara misericordia y verdad para que lo conserven. Así cantaré tu nombre para siempre, Pagando mis votos cada día".


Prefiero a Jesús

Ante tantas tentaciones en el mundo, preferimos a Jesucristo. Este ha sido el mensaje del pastor Ricardo Vallette en su prédica de este domingo.
La idea es que nos presentemos delante de la presencia de Dios para que Él nos examine y conozca nuestros corazones para que después de probarnos y reconocer nuestros pensamientos, nos guíe en el camino eterno, lejos de toda perversidad (Salmo 139: 23-24).
Nos presentó a Jesús coronado de gloria y de honra, quien padeció la muerte para perdón de nuestros  pecados(Hebreos 2:9), gracias a Jesús y a su sacrificio en la cruz, tenemos redención, perdón de nuestros pecados (Efesios 1:7).
De esta manera podemos tener comunión con el Padre y con su hijo Jesucristo (1 Juan 1:3). El ha venido para que tengamos vida y vida en abundancia (Juan 10: 10 b).
Dejemos atrás las cosas de este mundo y busquemos todo lo relacionado con Dios, a través de Cristo Jesús. Así como Pablo prefirió a Jesucristo por encima de toda la vanagloria de este mundo (Filipenses 3: 4-9).
Esta es la enseñanza que queremos dejar en cada corazón de los hermanos en la fe. Perder el yo egoísta que nos llama a la vanidad de este mundo, negarnos a nosotros mismos para hallar una nueva vida en Cristo Jesús (Mateo 10:39).

domingo, 11 de marzo de 2012

Dios es mi fortaleza


En los Salmos del 58 al 64 nos muestra un Dios de misericordia, de amparo, de refugio, una verdadera fortaleza, un socorro. Un Dios a quien vale la pena cantar, que cuenten su poder, su amor, su bondad.
Un Dios que merece ser alabado por su inmensa misericordia. Un Dios que nos promete ser premiados al momento de juzgar nuestras acciones de justicia y verdad. Un Dios de que nos ayuda, que nos oye, que nos libra del mal, que nos salva. Es por eso que nos llama a alegrarnos y a confiar en Él, a ser rectos de corazón.

La palabra de Dios dice así: "Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay galardón para el justo; Ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.Pero yo cantaré de tu poder,Y alabaré de mañana tu misericordia; Porque has sido mi amparo Y refugio en el día de mi angustia. Fortaleza mía, a ti cantaré; Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia. 

Has dado a los que te temen bandera Que alcen por causa de la verdad. Selah Para que se libren tus amados, Salva con tu diestra, y óyeme. Danos socorro contra el enemigo, Porque vana es la ayuda de los hombres. Entonces temerán todos los hombres, Y anunciarán la obra de Dios, Y entenderán sus hechos. Se alegrará el justo en Jehová, y confiará en él; Y se gloriarán todos los rectos de corazón".

Confía en Jehová como un Dios de amor, misericordioso, bondadoso, justo, perfecto, fiel, verdadero, recto...

Reconocer a Jesús

La prédica de hoy versa sobre lo que el pastor Ricardo Vallette denomina "Simplemente Jesús y tú. Todo se trata de Él".
El pastor comienza hablando de Filipenses 2: 9-11 cuando la Palabra de Dios dice que: "Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre". 
Luego hace referencia a lo planteado en Mateo 20:28 cuando dice que: "como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos". Después nos presenta a Juan 10:10 cuando dice que: "El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia".
En esta tres citas se nos presenta a Jesucristo como es el Señor y el Hijo del Hombre, que vino a servir, a sacrificar su vida para perdón de nuestros pecados, para darnos vida y vida en abundancia.
De todo esto el pastor, extrae una primera máxima  muy valedera para los cristianos: "Jesús no es un opción, es una total necesidad".
Una necesidad para entrar en relación personal con Jesucristo, porque:
1) Jesús es Dios y fuimos creados por Él y para Él.
2) Jesús es Rey.
3) Jesús es la respuesta a cada una de nuestras necesidades.
Luego, extrae una segunda máxima que dice: "La proximidad a Jesús es lo único que satisface".
El pastor termina con dos citas bíblicas. La primera 1 Corintios 1:9 que dice: "Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor". y la otra en Apocalipsis 3:20 que dice: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo".
Dios es fiel y verdadero para cumplir su promesa de salvación de la humanidad a través de su hijo Jesucristo, quien está a la puerta de tu corazón y te llama a la espera de que tú abras la puerta y le dejes entrar a transformar tu vida para bien.
Simplemente reconoce a Jesucristo como tu salvador personal. Amén.