domingo, 15 de abril de 2012

Dios, alegría de las mañanas


El Señor es justo, el Dios de nuestra salvación, nuestra esperanza, nuestra firmeza, nuestro sosiego, nuestra alegría cada mañana, cada tarde. Así lo dice el Salmo 65: 5-8
 5 Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia, 
    Oh Dios de nuestra salvación, 
    Esperanza de todos los términos de la tierra, 
    Y de los más remotos confines del mar.
    
 
6 Tú, el que afirma los montes con su poder, 
    Ceñido de valentía;
    
 
7 El que sosiega el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas, 
    Y el alboroto de las naciones.
    
 
8 Por tanto, los habitantes de los fines de la tierra temen de tus maravillas. 
    Tú haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde.